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La reserva de la marisma de Yves

Réserve Naturelle du Marais d'Yves
Fred Le Lan

Un espacio preservado

La naturaleza en todos sus estados

Antigua laguna protegida por un cordón dunar, la reserva natural de la bahía de Yves se extiende a lo largo de 192 hectáreas y está situada entre La Rochelle y Rochefort, en el municipio de Yves. A pesar de ser una pequeña zona costera, oculta una diversidad biológica extraordinaria, tanto en cuanto a aves y fauna, como desde el punto de vista botánico, con más de 570 especies de plantas diferentes. 

La reserva natural reúne una gran variedad de ecosistemas: zona intermareal pantanosa, dunas secas, marismas y carrizales, prados húmedos, setos de tamariscos, bosquecillos y matorrales... cuyos colores y aromas varían a lo largo del año y se dejan descubrir durante una agradable visita.

Recepción en la casa de la reserva, el centro de la naturaleza

Espacio protegido, el acceso a la marisma de Yves está regulado y se tiene que ir acompañado para visitarlo. Visita la Casa de la reserva, en la que se ofrecen numerosas oportunidades de visitas a la marisma: a plena luz del día o al anochecer, en el corazón de la reserva, en los observatorios o desde el centro de la naturaleza gracias a su mirador panorámico de la laguna, los animadores del centro te guiará a través de este espacio natural situado entre la tierra y el mar.

Entrada gratuita - Se recomienda reservar. Asimismo, la reserva es imprescindible para algunas visitas.
Vacaciones de verano (del 3 de julio al 31 de agosto): abierto todos los días, excepto los sábados 14:30 a 18:30 h
Vacaciones escolares de primavera, todas las zonas: abierto todos los días, excepto los sábados de 14:00 a 18:00 h
Resto del año: abierto los domingos de la visita «Descubrimiento de la Reserva».

Safari Junior
A. Mikaelsonn

Safari junior

Para niños de entre 6 y 10 años

Los pequeños exploradores podrán, durante un safari, seguir las huellas dejadas por los numerosos animales que habitan la reserva: aves, pequeños anfibios, batracios e insectos, conejos, búhos,... ¡Y las flores ya no tendrán secretos para ellos!