De Esnandes a Marsilly
La Bahía de l’Aiguillon
Hay sitios donde la naturaleza es lo más importante. Este es el caso de la cima de la Pointe Saint-Clément, en Esnandes, desde donde podrás admirar la majestuosa Bahía de l'Aiguillon.
Sin embargo, ¡seguramente no fue esto lo que pensó Patrice Walton cuando naufragó aquí en el siglo XIII! Más bien, este hombre solo pensaba en alimentarse. Clavó estacas en el cieno para atrapar, con la ayuda de redes, numerosas aves migratorias. Pero qué sorpresa cuando descubrió varias horas después que no eran aves atrapadas sino innumerables mejillones, que se habían adherido a las estacas. ¡Así surgieron los mejillones de Bouchots!
La Casa de la bahía de la Marisma de Poitou
En la bonita localidad de Esnandes, la Casa de la Bahía de la Marisma de Poitou te recibirá para que descubras en el Museo de la Miticultura el cultivo del mejillón y el ecosistema de la bahía de l'Aiguillon. Justo enfrente de este museo, no olvides subir los peldaños de la fortaleza con vidrieras: la iglesia fortificada de Saint-Martin. Después del paseo de ronda podrás descubrir el Marais Poitevin y el Océano...
Este es un buen punto de partida para dar un paseo a lo largo de la costa, pasando por el puerto de la Pelle, en Marsilly, con una gran tradición de la cría de moluscos. Por estos caminos situados entre la tierra y el mar se respira un ambiente de calma y autenticidad... Aprovecha para descubrir el Museo de los Grafitis Antiguos, situado en un edificio de los siglos XVII y XVIII. Y si te gusta el golf, puedes recorrer el recinto del Gold de la Prée, cuyo nombre se refiere a su origen, un prado salado para la cría bovina con el marco excepcional del océano que no te derjará impertérrito.
¡Entre paseos y visitas, te encantará este día!