Degustación en La Rochelle: ideas para todos los amantes de la comida
Otoño-invierno en La Rochelle. El tiempo es fresco: los sombreros, guantes y bufandas son imprescindibles en el Puerto Viejo. A las 16:00 horas, con la nariz enrojecida tras un largo paseo lleno de brisa marina frente al mar o por el casco antiguo, es hora de entrar en calor con algo de comer y una bebida caliente.
El café rochelais, un clásico atemporal
Cuando necesite un descanso después de hacer el mercado, salir de compras, ir a un museo o ver una película, ¡un café rochelais es la mejor idea!
Una vez que ha entrado por la puerta, se ha deshecho de bufandas y sombreros, el café con su aspecto parisino ya le ayuda a entrar en calor El largo mostrador, las sillas de bistró, los bancos tapizados y los periódicos locales invitan a sentarse. Al igual que la atmósfera del lugar que despierta los sentidos: el bullicio de la sala del que surgen las conversaciones en el mostrador, el ruido de la máquina de café expreso y el olor a café recién molido...
Lo más difícil es elegir la bebida de un menú que enumera una variedad infinita de cafés... largo, ristretto, gourmet, vienés... así como otras bebidas lácteas.
Una buena taza de café o un tazón de chocolate caliente, acompañado de un manjar, y podrá salir renovado hacia la ciudad marítima con sus calles empedradas y soportales.
Nuestro top 3:
- Le café de la Paix: Simenon encontró aquí la inspiración para sus novelas. Un lugar lleno de historia, con sus molduras, sus grandes espejos y su techo alto, que huele a cafés parisinos.
- Le café Molière: café de mercado por excelencia, con su gran mostrador y su ventanal que nos sitúa en el espectáculo de la animada rue du Minage.
- Maison Merling: un salón de té acogedor y privado en el primer piso de la tienda de té y café, donde no es raro cruzarse con los jugadores del Stade Rochelais.
Para los amantes de la comida: bocadillos de pastelería
Reconfortarse con un té humeante servido en bonitas vajillas, cómodamente instalado en un sillón, es para usted la definición de un bocadillo para días frescos. Y cuando la bebida caliente va acompañada de un pastelito casero, ¡es la guinda del pastel!
En La Rochelle, los pasteleros no pierden tiempo al ofrecer la degustación de sus creaciones culinarias de alta costura en el acto. Es difícil no caer en la tentación después de haber echado un vistazo al escaparate...
Nos tomamos nuestro tiempo, charlamos, pagamos a medias con la novia que ha tomado un fondant de chocolate mientras nosotros hemos optado por la tarta de higos. Estas tardes en el salón de té son la promesa de un excelente momento compartido y un paladar satisfecho.
Nuestro top 3:
- Theo Chereau Pâtisserie: a dos pasos del mercado, podrá disfrutar de un café éclair, un Saint Honoré o una pavlova en medio del marco histórico de los soportales, frente a la fuente Pilori.
- Brix Pâtisserie: tés orgánicos, rooibos y tés de hierbas para disfrutar con un pastelito del chef, a un paso del Casino y de las Allées du Mail.
- Djolly: delicada pastelería y una selección de tés aromatizados, en un acogedor salón boutique bajo los soportales del centro de la ciudad.
Aperitivos con vistas para los epicúreos amantes del océano
Durante la estancia en este destino, el deseo de disfrutar de una vista del océano en todo momento, incluso mientras se come, es más que tentador.
Después de un largo paseo por la costa, ¿qué puede ser mejor que envolverse en una manta en una terraza frente al mar para disfrutar de una suculenta tortita de mantequilla con caramelo o un gran tazón de chocolate caliente?
Si prefiere un paseo urbano en La Rochelle: Disfrute de la vista del Puerto Viejo desde las brasseries del muelle, que sirven continuamente bebidas, crepes y otros dulces, con una impresionante vista de las Torres. En un día gris, es agradable sentarse al calor del mirador y disfrutar de una vista única.
Nuestro top 3:
- Le Bain des Fleurs: conocida e histórica crepería al final de la gran playa de Châtelaillon-Plage, ¡siempre hay una excusa para detenernos allí a cualquier hora del día!
- La Storia: idealmente situada en el Puerto Viejo, esta brasserie ofrece a sus almuerzos, cenas y aperitivos los generosos y perfumados sabores de Italia.
- Café La Corniche: a la sombra de la encina, la terraza de La Corniche ofrece una vista panorámica de toda la bahía. En un día despejado, incluso se puede ver el Fuerte Boyard frente a la costa.
Aperitivos para llevar para paladares ocupados
¿Tiene prisa o simplemente quiere sentarse junto al agua para comer un aperitivo al aire libre? La opción «para llevar» es ideal para usted.
En el casco antiguo, como en todos los pueblos de la zona de Rochelle, existe una buena panadería para satisfacer el paladar. Tenga en cuenta lo siguiente: si está en el suroeste, ¡pida una chocolatina!
Nuestra comida favorita para llevar es, por supuesto, el gofre. El generoso gofre de Lieja o el clásico crujiente, es difícil elegir. Lo que sí es cierto es que lo tomamos con una buena dosis de crema chantillí.
El cucurucho de castañas asadas o los churros también son muy populares aquí. ¡Ideal para compartir con toda la familia!
Nuestro top 3:
- Gaspard & Leon, original coffee shop: generosos gofres de Lieja bajo el Gran Reloj. Podrá disfrutar de ellos en el Puerto Viejo mientras disfruta de las vistas.
- Delicacy: galletas y otras delicias caseras elaboradas con productos frescos, ecológicos y locales.
- Ernest: los helados de Ernest son muy conocidos, pero sus crujientes gofres también son deliciosos en cualquier época del año.
¿Un descanso saludable? Coma sano incluso a la hora de la merienda
Vegetariano, vegano, pero siempre delicioso, nada como una comida sana y casera por la tarde. En las callejuelas de La Rochelle, los cafés "bobos" están en auge. Un ambiente verde, zen y relajado está garantizado.
Productos frescos, ecológicos, cocinados y de temporada para degustar en una decoración acorde con el plato: techos de cristal, plantas verdes y suaves cojines, es un poco como estar en casa.
Nuestro top 3:
- Habitude café y tienda de abarrotes orgánicos: en Tasdon, una cafetería local donde podrá relajarse con un buen libro. Es imposible irse sin algunos productos de la tienda en su bolsa.
- Le jardin du marché: como lo dice su nombre, este rincón verde de la ciudad ofrece un menú especial de aperitivos para una pausa zen en su huerto plantado.
- Mangata: ambiente bohemio en este salón de té-almuerzo a un paso de los muelles. Un lugar acogedor y cálido donde todo es tan bonito como bueno.
Una merienda tan gourmet como inusual
Existen esos lugares inclasificables a los que no sabe uno si realmente va por el bocadillo o simplemente por la experiencia que promete. Ya sabe esas pequeñas direcciones que se pasan de boca en boca, acompañados por un "¡Ya verás, te va a encantar! »
Una decoración increíble o un concepto único, ¡no hace falta mucho para darle sabor a una merienda!
Nuestro top 4:
- Poésie café botanique: un lugar híbrido donde se puede disfrutar de deliciosos pasteles entre plantas verdes. Puede adoptar un cactus o una begonia: toda esta jungla urbana está en venta.
- Come on Baby: este café de cochecitos de Aytré es un lugar híbrido y familiar por definición, dedicado a la maternidad y la paternidad.
- Le Charen’thé: en este bar para gatos, disfrute de los beneficios de la terapia del ronroneo además de su dulce descanso.
- Un piano dans la théière: Su nombre marca el tono de este salón de té musical. En una decoración con acentos ingleses, podrá disfrutar de un té casero.